Big Data o como la industria farmacéutica se prepara para el pago por resultados
El reciente anuncio de Roche relativo a la adquisición de Flatiron, empresa especializada en el registro de datos de salud oncológica y la generación de real world evidence, por 1.900 millones de dólares, es sólo una muestra más de las lineas maestras que buscan seguir la industria farmacéutica a nivel mundial. Los laboratorios han puesto la diana en el Big Data y, en España, Dimor Projects ofreces soluciones para el análisis de la historia clínica electrónica con la utilización del Procesamiento del Lenguaje Natural para convertir toda la información en variables estructuradas analizables.
A la par que las administraciones imponen modelos de precio basados en el valor curativo de sus productos, los laboratorios tienen la necesidad de apostar por medicamentos diferenciadores que aseguren buenos resultados en salud, como son las terapias dirigidas y, para ello, el pasar del 4% de la población analizada en un estudio clínico, a analizar la historia clínica de miles de pacientes es un salto cuantitativo y cualitativo.
El presente y futuro de las farma y, sobre todo, su capacidad para negociar precios está condicionada por la posibilidad de garantizar resultados y para ello es fundamental el análisis de datos para calcular el valor de los nuevos medicamentos, incluyendo en esos cálculos parámetros como la reducción de hospitalizaciones y el consiguiente ahorro de costes.
Se estima que las inversiones de empresas del sector healthcare en Big Data iban a ascender a los 4.000 millones solo en 2017, con crecimientos anuales del 15% para los tres próximos ejercicios.
Usar el ‘real world evidence’ para tomar decisiones
Con el anuncio de Roche, ya se puede decir que, pese al reto que supone la necesidad de garantizar la confidencialidad de los datos, lo que antes eran estimaciones y predicciones se ha convertido realidad. En su comunicado, la firma suiza destacaba el bagaje de Flatiron en lo que respecta «al trabajo junto con empresas líderes y organismos reguladores de cara al desarrollo de nuevos esquemas para la utilización de real world evidence en la toma de decisiones regulatorias, incluido el diseño y la validación de nuevos endpoints». «Su trabajo en el ámbito de la práctica clínica y también en el académico, dentro del mercado estadounidense, le ha valido para desarrollar varios software que le sitúan en un lugar destacado para fomentar el uso de esa evidencia», continúan, y confirman que, pese a la adquisición, la intención es que Flatiron pueda seguir ofreciendo sus servicios a otras entidades.
Esta compra de Roche en el campo de los datos sucede a un anuncio de colaboración, protagonizado por Novartis en 2017, que implicaba el inicio de trabajos conjuntos con IBM-Watson para explorar el desarrollo de una solución que sirva para el uso de real world data y técnicas analíticas avanzadas «para ofrecer una información más completa en lo que respecta a los resultados que ofrecen las nuevas alternativas terapéuticas en cáncer de mama». En este caso, Novartis recordaba que Watson «disponía del sistema de computación más avanzado, el cual, ubicado en la nube, es capaz de analizar grandes volúmenes de datos, responder preguntas complejas en un lenguaje natural y proponer soluciones basadas en la evidencia».
Esta misma compañía ya había iniciado previamente una colaboración con la danesa Novo Nordisk, «con el fin de explorar las posibilidades para mejorar el cuidado de la diabetes a través de información generada en tiempo real» y «para usar el real world evidence generado con los tratamientos y dispositivos médicos» comercializados por este laboratorio en la citada área terapéutica.